Guía para mujeres maltratadas
Si sufres malos tratos, sigue los consejos de
esta guía. Tú no tienes culpa de lo que te está pasando, y por mucho que
lo intentes, él no cambiará.
Si tu pareja, algún familiar o persona con la que convives o has
convivido habitualmente te amenaza, insulta, culpabiliza de todo lo malo
que ocurre en casa, desautoriza en público, desprecia por tu aspecto
físico, impide relacionarte con otras personas, impide o dificulta tu
acceso al dinero, empuja, golpea, obliga a mantener relaciones sexuales,
etc., estás sufriendo malos tratos.
Lo que te está pasando les sucede a muchas mujeres
en nuestro país y en el mundo, independientemente de su edad, situación
social y económica, cultura o nacionalidad. Además, si tienes alguna
discapacidad, esta circunstancia te puede hacer más vulnerable ante los
malos tratos.
El único responsable del maltrato es quien lo ejerce, tú no tienes ninguna culpa
y no está en tu mano cambiar su comportamiento. Por muchas muestras de
arrepentimiento que exprese y por muchos esfuerzos que hagas, él no cambiará.
Tú sí puedes dar pasos para poner fin a esta situación. Sigue los
consejos de esta guía. No es un camino fácil, pero merece la pena.
Además, tienes a tu disposición profesionales para ayudarte.
1. Ante un ataque inminente, si puedes, llama a la Policía para que te proteja (Ertzaintza y Policía Foral: 112; Policía Local: 092). Personas con dificultades para la comunicación oral (fax SOS-Deiak y
SOS Navarra): Álava (945 13 68 73), Bizkaia (94 442 52 06), Gipuzkoa
(943 44 79 04) y Navarra (948 22 22 24).
2. Una vez ocurrida la agresión, cuéntaselo a una persona de confianza y solicita su ayuda.
3. Si tienes lesiones físicas o psíquicas, acude a un Centro Médico. Explica el origen de las lesiones y solicita copia del informe médico.
4. Si no tienes lesiones que requieran asistencia sanitaria, acude a los Servicios Sociales
de tu municipio donde te asesorarán y facilitarán ayuda gratuita:
psicológica, jurídica, económica, de alojamiento … Si necesitas un piso
de acogida fuera del horario de oficina, llama a los servicios sociales
de urgencia 24 horas en Álava (945 13 44 44 y 112) Bizkaia (94 470 14 59
y 112) y Gipuzkoa (943 44 22 11). En Navarra a través del 112.
5. Si necesitas protección, solicita una Orden de protección,
a poder ser, en la Policía y, sino, en el juzgado, fiscalía, Servicios
de Asistencia a la Víctima, servicios sociales o asistenciales. Te
facilitarán un formulario y una vez lo hayas cumplimentado será remitido
inmediatamente al Juzgado. Éste te llamará a declarar a ti y al agresor
y, en su caso, adoptará medidas contra éste para tu protección.
6.Es muy importante que estés debidamente asesorada cuando vayas a
declarar en la policía o en el Juzgado, solicita hacer uso del servicio
gratuito de asistencia letrada 24 horas.
7. Si tienes problemas de visión, auditivos, de movilidad u otra
discapacidad, comunica tal circunstancia (mediante llamada, fax, e-mail,
mensaje corto…) al servicio al que quieras acudir, a fin de que te
ayuden en el traslado, te acompañen, te faciliten un intérprete de
lengua de signos, etc.
8. Si eres extranjera con o sin documentación sigue
los pasos de esta guía. Tienes derecho a acceder de forma gratuita a la
asistencia sanitaria, asistencia letrada y a los servicios de urgencia.
Para acceder al resto de las ayudas, si no lo has hecho ya, solicita el
empadronamiento en el Ayuntamiento.
9. Para más información tienes a tu disposición las 24 horas del día el servicio de información y asesoramiento telefónico gratuito 016. En la CAV también existe el 900 840 111.
QUÉ HACER SI ESTÁS SIENDO AGREDIDA
1. Si puedes, llama a la Policía para que te proteja (Ertzaintza y Policía Foral: 112; Policía Local: 092) o vete a la comisaría más próxima y pide ayuda.
2. Concierta con tus vecinas y vecinos, amistades o familiares próximos una señal para que llamen a la Policía cuando necesites ayuda.
3. Si el ataque es inevitable, procura convertirte en un blanco pequeño. Protégete con los brazos la cara y la cabeza.
4. Abre puertas y ventanas y haz todo el ruido posible. Pide socorro.
5. Enseña a tus hijos e hijas a conseguir ayuda y protegerse cuando comiencen los episodios violentos.
6. Registra las situaciones de violencia vividas, con fechas, detalles, testigos, número o datos de identificación de las y los policías y médicos que te asistieron.
7. Guarda todas las pruebas de la violencia: ropa rota o ensangrentada, objetos destruidos, armas, etc. Si puedes, toma fotografías de las lesiones.
8. Si tú o tus hijas e hijos sois víctimas de malos tratos, tenéis derecho a dejar la casa, sin que se considere abandono de familia. No obstante, es conveniente que presentes demanda de separación o medidas provisionales en el Juzgado antes de que pasen 30 días desde que dejas tu domicilio.
QUÉ HACER SI ESTÁS SIENDO AGREDIDA
1. Si puedes, llama a la Policía para que te proteja (Ertzaintza y
Policía Foral: 112; Policía Local: 092) o vete a la comisaría más
próxima y pide ayuda.
2. Concierta con tus vecinas y vecinos, amistades o familiares próximos una señal para que llamen a la Policía cuando necesites ayuda.
3. Si el ataque es inevitable, procura convertirte en un blanco pequeño. Protégete con los brazos la cara y la cabeza.
4. Abre puertas y ventanas y haz todo el ruido posible. Pide socorro.
5. Enseña a tus hijos e hijas a conseguir ayuda y protegerse cuando comiencen los episodios violentos.
6. Registra las situaciones de violencia vividas, con fechas,
detalles, testigos, número o datos de identificación de las y los
policías y médicos que te asistieron.
7. Guarda todas las pruebas de la violencia: ropa rota o ensangrentada, objetos destruidos, armas, etc. Si puedes, toma fotografías de las lesiones.
8. Si tú o tus hijas e hijos sois víctimas de malos tratos, tenéis
derecho a dejar la casa, sin que se considere abandono de familia. No
obstante, es conveniente que presentes demanda de separación o medidas
provisionales en el Juzgado antes de que pasen 30 días desde que dejas
tu domicilio.
QUÉ HACER SI QUIERES IRTE DE CASA
1. Puedes solicitar en el Juzgado el alejamiento del agresor.
No obstante, si has decidido irte de casa, infórmate previamente en los
Servicios Sociales y pide a alguien de confianza que te acompañe en la
huida.
2. Elige un momento en el que la situación esté tranquila. Procura que el agresor no esté en casa y si está, esgrime razones verosímiles para abandonar la casa sin levantar sospechas.
3. No des información ni pistas que puedan alertar al agresor.
4. No tomes tranquilizantes, salvo aquellos que te haya prescrito tu médico o médica. Necesitas estar alerta y lúcida para pensar y decidir.
5. Intenta llevar contigo todo el dinero que puedas y los siguientes objetos:
DNI, libro de familia, permiso de trabajo y pasaporte si eres
extranjera, cartilla de la Seguridad Social o tarjeta sanitaria,
documentos bancarios y tarjetas de crédito, certificados médicos y
medicinas habituales, contrato de arrendamiento o escrituras de
propiedad, expedientes académicos tuyos y de tus hijos e hijas, llaves,
agenda con teléfonos útiles, así como documentación útil para un posible
procedimiento judicial: nóminas, recibos de gastos de alquiler,
teléfono, seguros, supermercado, escolaridad, justificantes de gastos
derivados de la agresión como desplazamientos, consultas médicas,
adquisición de medicamentos, etc.
6. Si no has tenido tiempo para recoger dichos objetos y te da miedo volver sola, pide a la Policía que te acompañe.
QUÉ HACER EN EL MOMENTO DE LA SEPARACIÓN
1. Si judicialmente se prohíbe que el agresor resida o se aproxime al domicilio familiar, cambia la cerradura inmediatamente.
Solicita a tu compañía telefónica, a poder ser por escrito, el cambio
de número de teléfono y la confidencialidad de tus referencias.
2. Informa de tu situación a la mayor cantidad de personas en tu entorno (familia, amistades, trabajo...).
3. Da instrucciones para que llamen a la Policía si se produce un ataque. Pide en el trabajo que te filtren las llamadas.
4. Si tienes movilidad en tu empresa, solicita un cambio confidencial de destino.
5. No tengas vergüenza de implicar a tu entorno en tu protección.
6. Nunca aceptes hablar con tu agresor a solas.
Intenta variar algunas rutinas que conozca el agresor (la hora de la
compra, de ir al parque, etc.) y trata de estar acompañada el mayor
tiempo posible.
7. Cada vez que seas acosada (amenazas, insultos, coacciones...),
llama a la Policía (112). Si el acoso es por teléfono, cuelga.
Comunícalo a tu abogado o abogada para que solicite en el Juzgado que
intervengan tu teléfono.
8. En el Juzgado, solicita el alejamiento del
agresor, protección policial, una pensión de alimentos, que se limiten
los derechos del agresor respecto a los hijos e hijas y que se te
aplique la Ley de Protección de Testigos. No tengas miedo de preguntar
qué significan los términos jurídicos, si no los entiendes.
9. Pide que te pongan en contacto con los servicios de asistencia a la víctima.
10. Si se ha decretado judicialmente el alejamiento del agresor, lleva siempre contigo copia del auto en el que éste se determine, para que puedas mostrarlo a la policía en caso necesario.
11. En la escuela, explica la situación a la
Dirección para que solo tú o la persona que autorices pueda recoger a
tus hijos e hijas. A poder ser, hazlo por escrito.
12. Si tienes hijos e hijas pequeñas, dales instrucciones para que no
abran la puerta ni den datos por teléfono si el agresor se presenta o
llama. Asegúrate de que sepan bien los nombres completos, la dirección y
el teléfono de donde te encuentres alojada. Hazles una tarjeta con
estos datos y con el número de la policía, abogado o abogada y de alguna
otra persona a la que puedan acudir ante cualquier problema.
13. No dejes que el agresor entre dentro de la casa donde te alojas.
Si el Juzgado así lo ha determinado, podrá ver a sus hijos e hijas,
pero asegúrate de que la entrega y recogida se hace fuera de la casa e
intenta que la haga una persona de tu confianza, evita hacerlo tú.